SI QUIERES, LO PAGAS.
Nos ha tocado vivir la era del desarrollo de las nuevas tecnologías, la era del microchip -como decian en las películas de los 90-, de la implantación desmesurada de dispositivos electrónicos en nuestro día a día. Para bien y para mal.
Recuerdo los cabreos que cogía mi padre cuando la oficina del negocio familiar se paralizaba por haberse ido la luz y no poder encender nungún ordenador. Me preguntaba, muy enfadado: «¿Cómo es posible que no podáis trabajar sin un ordenador?», y era cierto… Estoy hablando de allá por el año 2004, que no está tan lejos. Entonces hacía unos 20 años que la informática llevaba creciendo tecnológicamente y expandiéndose por el mundo. Ya a principio de los años 90 sabíamos que el ordenador era el futuro, pero todavía pasabamos largas horas en la calle.
Ahora ya es tarde, «el internet de las cosas» está a la vuelta de la esquina, la domótica es fácil de adquirir y fácil de usar, estamos a un click de aprender a hacer lo que no sabemos hacer. Cualquier cosa que necesites -mejor dicho, que quieras- puedes encontrarla en la app de Amazon de tu Smartphone mientras estás viendo alguna serie en el streaming de Prime Video de tu Smart TV, porque te lo ha recomendado tu dispositivo Alexa, el mismo que ha regulado las luces de tu salón para que te encuentres más a gusto.
Así, sin darte cuenta, has pasado la tarde con Amazon, quien en poco tiempo conoce tus gustos, tus costumbres, tus necesidades y debilidades, tu estilo de vida ¡hasta tu número de teléfono, dirección y DNI! Y, seguramente, los gustos y nombre de tu mascota. Y todos sabemos que no solo está Amazon como gigante de la tecnología, ¿o no conoces al dios que todo lo sabe?
Bien, la tecnología nos hace la vida mucho más fácil; si queremos nos puede hacer crecer o nos puede aislar. Lo que nadie enseña, y deberían, es a cómo usarla, qué datos facilitar y cómo entregarlos; deberían dar la opción de ocultar nuestra identidad -sin necesidad de recurrir a TOR y otros ingenios-, deberían enseñar que es un recurso muy valioso y no una necesidad. Deberían enseñar a convivir con el Todopoderoso.
Víctor Visus. Acceso Grado Superior.
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