Hace unas semanas, compartí este texto en el blog. Ahora añado su clasificación y justificación de la subjetividad del texto. Trabajo realizado para Nivel III Competencias Clave.
ALMUDENA GRANDES
17/11/2017 – 10:17 h. CET
La violación es un delito. Violar a una prostituta, a una mujer promiscua, a una noctámbula, a una alcohólica, a una drogadicta, a una mendiga, no es ni más ni menos grave que violar a una virgen adolescente de misa diaria o a la propia esposa dentro del matrimonio, porque todas las violaciones son uno y el mismo delito. La condición moral de la víctima, sus costumbres, su conducta, son factores tan irrelevantes aquí como en cualquier otro crimen. Se podría pensar que admitir como prueba el informe de un detective sobre la vida cotidiana de la víctima de una violación sería parecido a aceptar, en un caso de asesinato, un testimonio que probara que el muerto era un malvado que merecía morir, para que la defensa solicite que se considere como atenuante. Podría parecer lo mismo, pero no lo es. Porque lo que pretende culpabilizar a la víctima de La Manada, sembrar dudas sobre su condición moral, es que se atreviera a salir a la calle, a tomar copas con sus amigas, después de haber sido violada, en lugar de quedarse en su casa con todas las persianas bajadas y la cabeza cubierta de ceniza. Eso es lo que el tribunal ha valorado, y al hacerlo, no sólo ha asumido que la calle, la noche, la diversión, son un territorio masculino. También está transmitiendo a la sociedad que, para ser creída, respetada, una mujer violada debe seguir sufriendo después de haber sufrido, renunciar de por vida al placer y a la alegría para que se tome en consideración su sufrimiento. Así, una presunta decisión técnica se convierte en un acto de violencia sobre las mujeres. Uno más.
http://cadenaser.com/programa/2017/11/17/hoy_por_hoy/1510910264_255211.html
COMENTARIO TEXTO
Clasificación del texto:
Es un texto subjetivo en el cual la autora nos presenta su opinión sobre la actuación del tribunal que lleva el caso “La Manada”. Así pues, se trata de un texto argumentativo según su forma de expresión e intención comunicativa. La autora defiende su opinión sobre dicha actuación ante las pruebas aportadas por la defensa. Pruebas en las que se presenta el modus vivendi de la joven como atenuante del delito. Su objetivo es mover la opinión del lector hacia su postura crítica hacia este grupo y los letrados que llevan el caso.
En cuanto al ámbito de uso, se trata de un texto periodístico del opinión, en concreto una columna publicada por El País (también retransmitida por la cadena Ser).
Justifica la objetividad o subjetividad del texto:
El texto es subjetivo puesto que la autora muestra su opinión, su postura, ante este caso de absoluta actualidad, posicionándose a favor de la víctima de dicha violación e intentando, a través de sus palabras, mover el sentir y pensar del lector.
Hay diferentes rasgos lingüísticos que nos permiten ver la subjetividad en el texto:
En cuanto a las funciones del lenguaje, no predomina la función expresiva, tampoco la poética (aunque la hay), ni destaca la conativa. Parece primar la función referencial ya que se acumulan enunciados aparentemente informativos, pero estos van más allá de la simple afirmación.
La autora no muestra sus emociones y sentimientos pero es categórica. La acumulación de afirmaciones categóricas es es un rasgo claramente subjetivo Sin preguntar, hace pensar al lector sobre los hechos y le insta a pensar como ella. Es un texto cargado de afirmaciones categóricas; observamos un claro ejemplo en la primera línea: «La violación es un delito».
Se hace una enumeración, sin apenas nexos (asíndeton) susceptibles a la violación, «… a una prostituta, a una mujer promíscua, a una noctámbula…».
“La Manada”: al utilizar este apodo del grupo, la autora aporta la carga connotativa que el término posee. Se animaliza al grupo de personas haciendo hincapié en su deplorable actuación.
Además, podemos encontrar el recurso literario de la metáfora cuando dice «… la cabeza cubierta de ceniza” para referirse al estado anímico de la víctima, o en la expresión “sembrar dudas”. También encontramos antítesis al contraponer: ”a una virgen adolescente de misa diaria o a la propia esposa dentro del matrimonio”, por ejemplo.
Como vemos, el uso de recursos literarios también deja ver que el lenguaje ha sido empleado con función poética o estética; además de expresiva o emotiva ya que su uso refuerza, sin duda, la expresividad del mensaje.
A lo largo del texto vamos leyendo en todas sus variantes y variaciones la palabra “violación” (“violaciones”, “violada”, “violar”), con lo que tenemos un ejemplo de repetición de una palabra u otras de su misma familia que también conllevan una fuerte carga connotativa.
La sintaxis compleja que presenta el texto, enlazando unas ideas con otras, bien añadiendo información, contraponiendo o estableciendo relaciones temporales y causales, también es un rasgo que permite ver el desarrollo del pensamiento de la autora. Claro ejemplo lo tenemos en la secuencia de enunciados: “Podría parecer lo mismo, pero no lo es. Porque lo que pretende culpabilizar a la víctima de La Manada, sembrar dudas sobre su condición moral, es que se atreviera a salir a la calle, a tomar copas con sus amigas, después de haber sido violada, en lugar de quedarse en su casa con todas las persianas bajadas y la cabeza cubierta de ceniza”.
Diana Cardiel. Competencias Nivel III.